Sustratos para suculentas
Las suculentas son plantas, generalmente resistentes, pero eso no significa que no tengamos que tener cuidado con ellas y darles los mejores cuidados, para ello tendremos que proporcionarles entre otras cosas, un buen sustrato y este dependerá del clima en el que se encuentren, no es lo mismo tenerlas en interior o en exterior en Andalucía o en Galicia, al igual que no es lo mismo tenerlas en macetas o en suelo, pero hay una cosa que tiene que conseguir un buen sustrato de suculentas, una buena aireación y un buen drenaje que impida que las raíces se pudran. Aunque se insiste mucho en que el sustrato sea permeable, también es muy importante que las raíces puedan tener suficiente aire.
Antes de nada, decir que no hay una única fórmula ideal, cada aficionado tendrá que encontrar el mejor para él y para sus plantas. Existen muchos tipos de suculentas y no todas necesitan lo mismo, algunas necesitan unas condiciones distintas por lo que también intentaremos adaptar un poco el sustrato.
El esfuerzo que supone, el factor económico o la facilidad de encontrar los materiales también condiciona la preparación del sustrato.
Lo más cómodo, usar sustrato comercial específico para suculentas, algo más caro del que podamos preparar y de composición estándar. A este sustrato se le puede añadir algo de materia orgánica para hacerlo más permeable, una solución intermedia, pero vamos a centrarnos en hacer nuestro propio sustrato.
Dicen que hay un sustrato por cada aficionado y para preparar el nuestro personal, lo primero que hay que hacer es conocer los componentes que podemos utilizar. Se podría profundizar mucho en el tema, el tamaño de los poros de la materia inorgánico, la forma en que el agua queda retenida en las macetas o en el suelo, la concentración de sales, etc…pero no vamos a llegar a tanto porque es un tema muy extenso y conociendo a grandes rasgos las características de lo que podemos usar es más que suficiente. La materia orgánica proporcionará nutrientes y la inorgánica, drenaje y aireación.
ORGANICOS
Turba: sustrato de origen natural que procede de descomposición de vegetales, se hidrata con dificultad pero es un material retenedor. La turba más utilizada es la negra, siendo la base de la mayoría de los cultivos. La turba rubia es muy ácida y puede utilizarse si queremos acidificar el sustrato.
Tierra: este Sustrato es como se llama comúnmente al suelo franco, tamizado y natural de las praderas. Se suele utilizar para abaratar el sustrato e incrementar el porcentaje inorgánico. Existen mschos tipos de tierras y hay que estar muy seguro del tipo de tierra.
Sustrato universal: es el nombre que se le da a la mayoría de los sustratos comercializados con una base de turba y a la que se le añaden otros componentes que deben especificar, lo hay con perlita, con guano, etc… Hay muchas calidades, mejor utilizar uno de calidad.
Humus de lombriz: es un producto obtenido a partir de excreciones de lombrices tierra. Contiene macro y micro nutrientes que son fácilmente asimilables por las plantas, mejora la resistencia de las plantas a las plagas y enfermedades, además de que evita la aparición de hongos.
Fibra de coco: es el componente orgánico que más agua puede retener y que más aireación proporciona. Es muy utilizada en cultivos en invernaderos de zonas cálidas donde la tierra se seca fácilmente. Empieza a utilizarse fibra de toxo, por ser de similares características.
Tierra de diatomeas: es un compuesto a base de sílice formado por restos de algas diatomeas, se le atribuyen propiedades insecticidas
INORGANICOS
Perlita: es de origen volcánico pero es manipulado para su comercialización. Es el componente más utilizado es muy ligero, facilita la aireación y es económico. Hay que tener en cuenta que pasados 3 o 4 años se desintegrará.
Vermiculita: es un mineral sometido a altas temperaturas que se expande varias, contiene nitrógeno, magnesio y oligoelementos. Ayuda a retener el agua, algo a tener en cuenta, absorbe mucha agua y la va liberando a medida que se va secando el sustrato con el que está mezclado. Es muy utilizado para germinación de semillas y cultivos hidropónicos.
Pomice: es una piedra volcánica muy ligera, con unos microporos que retienen el agua y pueden ser un lugar ideal para almacenar nutrientes.
Arcilla expandida /arlita: árido cerámico ligero y poroso. Ayuda a mantener la aireación y la humedad, siendo ideal para mezclarla con sustratos más densos. Existen dos tamaños, siendo el de menor tamaño el de mayor densidad y el mayor, más ligero y poroso.
Arena o grava: es completamente inerte, dependiendo del grosor proporcionará un buen drenaje, al ser pesada, sino se hace una mezcla equilibrada puede hacer que se apelmace el sustrato más de lo deseado. Son materiales procedentes de canteras naturales. Arena de calibre 0,002 a 2mm y grava de 2 a 20mm. Puede o calcárea.
Grava volcánica: es muy utilizada por su gran poder de aireación, buscaremos una granulometría no muy gruesa. Es económica y se utilizado mucho en exteriores.
Otros materiales: pueden utilizarse Kiryuzuna, Akadama o Kanuma, todos ellos usados para los bonsáis y que tienen una función similar al pómice pero son bastante más caros.
Ahora que conocemos muchos de los materiales que suelen utilizarse vamos a ver alguna “receta de sustratos”. Lo más práctico es usar un recipiente y utilizarlo como medida para coger los materiales
Suculentas en general: con una mezcla de orgánico/inorgánico de 50/50% irán bien en general.
Sempervivum: estas plantas necesitan tener un buen drenaje, por lo que aumentaremos la materia inorgánica, llegando a una proporción orgánico/inorgánico de 30/70%, incluso se podría reducir al máximo la parte orgánica.
Lithops y otras suculentas de la familia Aizoaceae: estas plantas son muy delicadas en cuanto al agua, se pudren con facilidad y tienen sus tiempos de reposo en los que incluso pasan meses sin recibir agua, así que proporcionaremos un suelo con proporción orgánico/inorgánico de 30/70% con material muy drenante.